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Guerra entre Ucrania, Rusia. La ética europea al más puro estilo gringo

Tercera guerra mundial. 

Adoctrinamiento ético.
Opinión.

La sociedad de occidente en términos generales se encuentra en una indefinida hecatombe, que repulsivo resulta una sociedad en la que todo tiene que ser políticamente correcto. Las personas nos negamos a aceptar nuestra naturaleza errónea, la vanidad intelectual se ha convertido en un hábito tan cancerígeno que sin darnos cuenta, hemos normalizado una guerra donde se atacó directamente a la población civil rusa,  bloqueo de cuentas bancarias, expulsiones artísticas, culturales y deportivas. El resultado, fracturar la desde siempre compleja relación, entre dos potencias nucleares ubicadas en extremos diferentes del planeta, que si se les calienta el culo a sus líderes, pueden condenar a toda la humanidad. Lo más curioso de todo esto, no es el nuevo concepto de guerra , sino que en el siglo XXI, tras décadas, tras siglos de guerra! nos sigan doliendo más unos muertos que otros. Solo basta con poner la prensa para ver como la sociedad occidental, esa misma que busca la igualdad pero que no conoce la equidad, la misma que prefiere callar la voz de su conciencia enviando mensajes de texto para donar pero que está incapacitado socialmente para ayudar al que tiene  al lado.


-¿Para qué voy a perder mi tiempo ayudando al que tengo al lado? Ya compartí una imagen en facebook. Ese parece ser el epitafio de una sociedad hipócrita y mezquina, la misma que en 24 horas dono más de 700 millones de euros para la reconstrucción tras el incendio de la catedral de Notre Dame en 2019, dinero suficiente para acabar con el hambre en Colombia durante 15 siglos. Que bárbaro! 

La cuestión es el adoctrinamiento ético al que estamos expuestos constantemente, ¿de verdad alguien piensa que las vidas de otras guerras valen menos? ¿Aún insisten en ponerle banderas a los muertos? Pues bien, abran bien las bocas porque nos vamos a nadar en una piscina hasta arriba de mierda, a ver hasta donde somos capaces de tragar antes de empezar a vomitar el resultado de nuestro enfermizo e hipócrita criterio. 


Rolo Puentes P.




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