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Cuando el dolor es la única opción.

 


En otra vida no lo sé, pero si de algo estoy seguro en esta, es que existen dos tipos de dolor: El dolor que hiere y el dolor que cambia. 

Estoy absolutamente convencido de que el ser humano en su comportamiento más natural, evoluciona con el dolor, pero en este caso no me refiero a un dolor físico, me refiero a esa sensación de derrota, de fracaso, me refiero al sabor que sienten tus labios cuando pruebas el néctar de la traición, me refiero a la angustia en las pupilas, a la melancolía en los ojos, hablo del ardor que sienten tus mejillas cuando resbala la primera lágrima, esa que viene acompañada de una sensación de estrangulamiento en la garganta, ese dolor amigo mío, cambia, es natural; Tienes que ser muy necio para no entenderlo. 

Ya no somos ni seremos, pero fuimos y estuvimos y de alguna manera ruin pero necesaria comprenderás que en la vida  hay ciertas cosas que no basta solo con querer y desear para tener, sencillamente no están para ti, el factor situacional y tu subconsciente son los únicos responsables de cada experiencia, cada lección, cada error, cada instante de nuestras vidas, este factor situacional combinado con la naturaleza de nuestra personalidad, dan como resultado eso que la gente llama "suerte".

Hazte una pregunta: ¿Qué tanto ha cambiado tu vida desde la última experiencia negativa? ¿Has mejorado? ¿El dolor que sientes aún te hiere o ya has cambiado? 






Rolo Puentes P.

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